Somos bosque
Miércoles, 23 de enero de 2019
Lo mejor que tienen nuestras cabañitas es su ubicación, su entorno inmediato, el bosque.
El bosque caducifolio gallego es un bosque templado que se compone de árboles caducifolios que pierden sus hojas todos los años en otoño y vuelven a florecer en primavera con las lluvias y temperaturas más cálidas.Filosofía Do Artesanato; integración y sostenibilidad
En todos los proyectos turísticos realizados por Do Artesanato cuidamos especialmente el territorio intentando que nuestra filosofía de integración de las edificaciones en el entorno y conservación del bosque autóctono gallego sean el hilo conductor del proyecto y hasta la más pequeña intervención se rija por estos principios.
Es objetivo do Artesanato la eliminación del eucalipto e ir ganando territorio al pinar en favor del bosque autóctono para reconvertir de modo absoluto todo el paisaje sin el impacto de la deforestación, cubriéndo los huecos con carballos, castaños, nogales, sobreiras u otras especies típicas de las zonas de ribeira como son el freixo, abelán o abeneiro. Para la consecución de este objetivo se conservaron pequeños espacios de riego tanto en finca Apriscos como en finca Cabanas sen Barreiras y se hicieron serias labores de reconversión del paisaje con guiños al monte autóctono gallego. Un bosque que no genera maleza, un bosque ignífugo que mantiene la humedad debajo de las hojas caídas, un bosque que tiene colorido, identidad propia, hace que el paisaje varíe totalmente según las estaciones y produce frutas que permite el sustento a otras especies, dando así soporte a la biodiversidad de su entorno.
Esta maravilla de bosque se conforma de multitud de especies autóctonas y migratorias, pájaros como a pega marza, melreira, papo vermello, carrizo… mamíferos como o porco espiño, jabalí, zorro, teixón, marta o denosiña, insectos como las mariposas, libélulas, cabalos do demo o abejas cargadas con la responsabilidad de feminizar los bosques en una eterna primavera planetaria.
El bosque como terapia
Animamos a todos nuestros huéspedes a que caminen por el bosque en el que se enclavan nuestros alojamientos. En estos paseos reciben muchos estímulos del entorno que activan nuestro sistema nervioso y producen sensaciones muy placenteras.
Pocas actividades tienen unos efectos tan beneficiosos para la salud física y emocional como pasear por la naturaleza, tanto es así que se están empezando a valorar estos efectos desde el punto de vista científico, pues mejora el estado de ánimo incluso en personas afectadas por trastornos depresivos, considerándose el paseo una medicina natural para el cuerpo y la mente.
En Japón estas terapias basadas en paseos en la naturaleza o paseos conscientes se llama Shinrin Yoku o baños de bosque y los expertos en esta terapia natural aseguran que las sustancias segregadas por los árboles llamadas fitoncidas vegetales consiguen sacarnos de un estado mental alterado sobre todo en ambientes forestales maduros.
Pasear por nuestros bosques solos o en compañía nutre las emociones, nos permite sentir la naturaleza y descubrir trazas de nuestra historia cultural.
